jueves, 12 de abril de 2012

Sobre la gente del interior y de la ciudad (tipos de tipos)



Tipo de pueblo.
Es fácil detectarlo pidiéndole que diga “los ojos”. Vas a notar que no puede evitar decir lojojo. No le gusta nada que le digan que es del Interior, él es “de la provincia”. Vive tomando mate. Tiene paciencia para soportar que todo el mundo le diga: “Ah, ¿sos de Lobos? ¿Conocés a fulano?” y decir que sí, que lo conoce. Todos los fines de semana largos lo llaman los padres a decirle que “no se cuelgue con los pasajes, que los saque con anticipación”, pero él siempre los saca a último momento y termina viajando en horarios de mierda. Nunca se pelea. Tiene el mismo par de alpargatas hace 9 años. Tiene su propio cuchillo. Hace asados. No se queja de nada, vive con sueño porque le falta la siesta.
Tipo de barrio.
Si no está con el overall del laburo, tiene una camiseta de su club. Las de entrenamiento –y trucha-, las de partido originales son de careta. Se la banca. Cuando llega al barrio saluda a todos, y su grupo de amigos incluye pibes de 9 a 50 años. Le gustan “los fierros” y es el único que te pregunta si sos de Chevy o Ford aunque te chupa un huevo. Se la pasa juntando gente para “ir a jugar a la pelota”. Puede jugar al fútbol usando medias como pelota y dos buzos de arco. Cuando vuelve al barrio la casa la tiene al pedo, vive pelotudeando en la esquina. Metegol y birra, el mate es para paisanos de boina. Tiene más peleas encima que el Luna Park. Tiene códigos: las minas de los amigos tienen bigotes, con la vieja no se jode y con el domingo tampoco: o asado o se pudre todo.
Tipo de ciudad.
El “porteño”, por que es la única ciudad del país -el resto son grandes pueblos crecidos en altura-, es un ser humano especial que vive en sociedad pero no se comporta como si así fuera. Su vida está en el celular pero, a pesar de eso, es tan mala persona que ni le contesta los llamados a la madre. No le gusta el colectivo, un verdadero hombre de ciudad viaja en subte (el bondi es para proletarios del conurbano). Lee el diario, pero sólo si es gratis. Traje, corbata y ayunas hasta llegar, tarde, al laburo. Al mediodía tubazo al pibe del delivery y todos los días un sándwich de lo que mierda sea, da igual. El sábado, fútbol con los chicos en algún torneíto de Zona Norte. Miércoles y jueves, after office. Viernes alguna peli trucha que compró sobre Florida. Sábado reviente, obvio. El lunes, a contarles a los chicos de la ofi sobre “lo borracho que estuvo todos los días anteriores”.
Tipo de provincia.
No importa si es cordobés, mendocino o uruguayo: vive diciendo que acá no se puede estar tranquilo. La enemistad no se termina nunca: los porteños son una mierda. Ni se gasta en corregirlos y su cabeza vive en su provincia. Haga lo que haga va a pensar siempre lo mismo: porqué mierda me vine a estudiar acá. Cuando dice que es de Corrientes capital, le rompe las pelotas que le pregunten si conoce a alguien. “Es una ciudad grande”, dice con las pelotas rotas. “Y no nos conocemos entre todos”, agrega marcando una fuerte –aunque insignificante- diferencia con el pibe de pueblo. Es imposible ubicarlo en el celular, siempre tiene el Nokia 1100 apagado, no puede entender como “los porteños de mierda” viven con el culo enchufado a un telefonito que sale más caro que la casa en Concordia con la que él siempre soñó. “Para que quieren fotito, camarita, y todaesacosa, yo sólo necesito llamar”, suelen decir.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Personas que no entienden


“No soy quién para darte consejos, pero…”
¿Pero me lo vas a dar igual, no? Idiota. La gente que se descalifica de antemano es la que más pretende que la oigas. En el arte de hacer reside la costumbre al comentario del espectador, que observa con una mano dentro del slip, tocándose las bolas y criticándonos como si supiera de lo que habla. El concepto de “crítica constructiva” es una ironía en sí mismo. Nadie que te esté criticando salvajemente puede estar pretendiendo más que verte tirado en el suelo revolcándote en tu propia mierda y lo único que se pretende es demoler.
“¿Ya te vas?”
Si, ya me voy, por eso me paré y me puse la campera. Con tu pregunta  me estás obligando a mentir más.
-Pero, ¿por qué tan temprano?
Mirá, la realidad es que vine de compromiso, es un día de semana y no tenía ni ganas de verte pero la verdad es que se me habían acabado las excusas como para seguir pateando esta estúpida cena. Pero, como me preguntas esto, me estás forzando a mentirte y a decirte que “me voy porque tengo que ir al otro día, muy temprano, al colegio”. Pero en realidad no es por eso.

“¿No comes más?”
No, no como más. Y lo único que te pido es que no me hagas el chiste de: “¿Estaba feo, no? ¿O estaba frío? Jajaja”. Sí estaba frío y feo, por eso no quiero más y te pido que dejes el espectáculo que estás haciendo en frente de toda la mesa y me dejes de molestar con tu comida de mierda. Si quisiera más, me serviría y me ahorraría todo tu show humorístico- gastronómico.

domingo, 18 de marzo de 2012

‎"Puedes no ser su primero, su último o su único. Ella amo antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, ¿Qué otra cosa importa? Ella no es perfecta, tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a... recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper, su corazón... No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti.. y es la que esta a tu lado en ete momento para crecer juntos.. y formar una vida solos los dos." 
Palabra de Bob Marley. Se podrían ir para allá tantos pelotudos y volver vos.

martes, 24 de enero de 2012

La estación que esperamos durante tanto tiempo, el verano. Quizás, a veces, no es tan bueno como parece. Nos aleja, por el simple hecho de irnos de vacaciones, las necesitamos y las disfrutamos mucho, pero nos separa por un tiempo de amigos, familia y de esa persona especial.
¡Qué hermoso ese periodo en el que conoces a alguien! A mi en particular me corto ese mes en el cual la empezas a conocer, en el que tenes ganas de hacer todo con esa persona, por más que no la conozcas lo suficiente.
Tengo la confianza suficiente de contarle mis cosas, sin tener que pintarle nada, contarle todo tal como es, sin tener que fingir en nada, soy simplemente yo estando con ella. Siempre fingimos ser alguien para caerle bien a una persona cuando la conocemos, para no fracasar, pero con ella es diferente.
Es bueno dejar esas relaciones transitorias, empezar a querer a alguien. Pero el verano no creo que sea la estación ideal para empezar una relación y menos sabiendo lo insoportable que soy queriendo saber como está, estando tan lejos, mandandole mensajes por todos lados. Lo que me lleva a hablarle y ser así es que me gusta, me encanta, me pone feliz hablar con ella.
Yo opto por estar con ella, yo me la jugaría por estar con ella, pero estamos lejos. Y creo que a veces es bueno dejar de ser el "forever alone" del grupo y divulgar que estamos con alguien, por más no me importe la opinión de los demás.
Quiero que esto no se termine, que no se derrumbe de repente, que no sea solo un amor de verano, un amor en vano. Pero tampoco vivir proyectando un futuro, solo quiero que vivamos cada momento como si fuera el último, y que las cosas simplemente se den por si solas.

sábado, 31 de diciembre de 2011


La vida es curiosa, durante años uno se pregunta cual es el sentido de este baile, para que luchar, porque la vida es una eterna pelea. Si la vida es curiosa y vueltera, llena de vericuetos, de giros absurdos, inexplicables. La vida tiene esas casualidades tan sospechosas. Tanto que nos hacen pensar que todo tiene un para qué. Si, un sentido. La vida cambia todo el tiempo. No nos deja acostumbrarnos a un golpe que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocados. El sentido de ser buenos y malos. ¿Habrá premios y castigos para unos y otros? Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más pero en el fondo todo se resume en una sola: ¿cual es el sentido de la vida? Qué irónico, recién ahora empiezo a entender el sentido de la vida.Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida. Esperando ese algo que falta y que nos hará felices. Y tal vez la respuesta, sea que la vida no tiene sentido. Que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podemos decir al final, que nuestra vida VALIÓ LA PENA.

domingo, 25 de diciembre de 2011